Introducción sobre fascitis plantar
La fascitis plantar es una de las afecciones más comunes que provoca dolor en el talón. Afecta a la fascia plantar, un tejido grueso y fibroso que conecta el hueso del talón con los dedos del pie y ayuda a mantener el arco del pie. Cuando este tejido se inflama o se sobrecarga, aparece el dolor típico que muchos pacientes describen al levantarse por la mañana o tras períodos de inactividad.
¿Qué es la fascitis plantar?
- La fascia plantar es una banda de tejido conectivo que recorre la planta del pie, desde el talón hasta la base de los dedos.
- Su función es absorber impactos al caminar, mantener el arco del pie y distribuir cargas. Cuando se somete a tensiones repetidas, microdesgarros o sobrecarga, aparece la inflamación conocida como “fascitis plantar”.
Síntomas más frecuentes
Dolor punzante o agudo en la base del talón, especialmente al dar los primeros pasos por la mañana.
Rigidez al levantarse o tras periodos sentado.
Dolor que mejora un poco tras caminar, pero que puede reaparecer después de estar mucho tiempo de pie, tras ejercicio intenso o al subir escaleras.
Posible inflamación leve, sensación de ardor u hormigueo en la planta del pie.
Causas y factores de riesgo
La fascitis plantar puede estar relacionada con:
Alteraciones en la pisada: pies planos o arcos muy altos.
Calzado inadecuado: sin soporte ni amortiguación.
Sobrecarga deportiva: correr largas distancias, entrenamientos en superficies duras.
Exceso de peso o aumentos repentinos que incrementan la presión en el pie.
Tensión en gemelos o tendón de Aquiles que limita la flexibilidad.
Diagnóstico
El podólogo puede identificar la fascitis plantar mediante una exploración física, valorando la pisada, la movilidad del tobillo y los puntos de dolor. En ocasiones, se complementa con pruebas de imagen para descartar otras causas, como espolones calcáneos.
Pronóstico y prevención
Con un abordaje adecuado, la fascitis plantar suele mejorar en unos meses, aunque requiere constancia en los cuidados. Para prevenir recaídas se recomienda:
Mantener un peso saludable.
Estirar la fascia plantar y el tendón de Aquiles de forma habitual.
Usar calzado de calidad, evitando suelas planas o muy gastadas.
Incorporar plantillas si existe una alteración biomecánica.
Cuándo acudir a IANES
Si el dolor en el talón persiste más de dos semanas, limita tus actividades diarias o empeora con el tiempo, es fundamental consultar con un especialista en podología. Un diagnóstico precoz y un plan de tratamiento personalizado marcan la diferencia en la recuperación.